
El del motor es un mundo de tiburones donde las decisiones corporativas suelen ser tan frías como un motor diésel en diciembre. Pero el destino nos regala de vez en cuando coincidencias que parecen sacadas de un guión de Hollywood, y esta es una de ellas: apenas unas semanas después de que Carlos Tavares, el CEO de Stellantis y archienemigo declarado de los V8, abandonara su cargo, va Dodge y anuncia que el legendario V8 HEMI seguirá rugiendo durante 2025.
La caída del «verdugo de los V8»
Carlos Tavares, conocido en la industria por su obsesión con la electrificación y su cruzada particular contra los motores de gran cilindrada, había marcado en rojo el 31 de diciembre de 2023 como fecha de defunción para el V8 HEMI. Su visión era clara: Dodge debía transformarse en una marca de muscle cars eléctricos, con el Charger Daytona EV como punta de lanza. Pero el mercado (y probablemente la realidad) tenían otros planes. Tampoco ayuda que la reputación del Dodge Charger eléctrico quedase por los suelos antes de venderse.
El HEMI que se negó a morir
Contra todo pronóstico, Dodge ha anunciado que mantendrá la producción de dos versiones del V8 HEMI:
- El 5.7 litros atmosférico: 360 CV y 390 lb-ft de par
- El demoledor 6.2 litros Hellcat sobrealimentado: 710 CV y 645 lb-ft de par
Estos motores seguirán equipando al Durango, el último mohicano de Dodge de ocho cilindros, y aquí viene lo interesante: las versiones Hammerhead, Silver Bullet y Brass Monkey del Durango SRT Hellcat, que parten de 115.315 dólares, están teniendo una demanda superior a la esperada. ¿Quién dijo que los americanos no pagarían por un V8?
La guerra interna en Stellantis

Las fuentes cercanas a la compañía sugieren que la decisión de mantener el V8 refleja tensiones internas que venían de lejos. Por un lado, estaba la visión europea de Tavares, obsesionada con reducir emisiones y apostar por la electrificación total. Por otro, la realidad del mercado americano, donde marcas como Dodge, RAM y Jeep siguen vendiendo V8 como rosquillas al estadounidense medio.
El timing del anuncio, apenas después de la salida de Tavares, sugiere que había ejecutivos esperando su oportunidad para echar atrás algunas decisiones, y no es para menos: la demanda de vehículos con V8 en Estados Unidos, especialmente en el segmento de pickups y SUVs de alto rendimiento, sigue siendo importante.
¿Qué significa esto para el futuro?
El Durango actual tiene los días contados y se espera que termine su producción a finales de 2025. Su sucesor, que ya ha sido mostrado a algunos concesionarios, será completamente diferente. El cambio en la dirección de Stellantis abre nuevas posibilidades:
- La posible supervivencia del V8 en otros modelos (ojalá)
- El replanteamiento de la estrategia de electrificación total
- Una mayor autonomía para las marcas americanas del grupo que traerá más variedad
La herencia del HEMI
El motor HEMI, con su característica cámara de combustión hemisférica, es más que un simple propulsor: es un icono de la cultura automotriz americana que nació en la era dorada del muscle car y evolucionó hasta convertirse en una leyenda de la ingeniería moderna.
Aquí tenéis algunos datos que quizás no conocíais:
- El primer HEMI se montó en un Chrysler en 1951
- La versión Hellcat es el V8 sobrealimentado de producción más potente de la historia
- Se han fabricado más de 3 millones de motores HEMI modernos desde 2003
El mercado tiene la última palabra
Mientras los reguladores europeos aprietan con normativas cada vez más estrictas y ajenas a la realidad, el mercado americano sigue pidiendo motores V8. Además, el Durango es la prueba viviente de que hay un nicho importante para SUVs familiares con prestaciones de superdeportivo.
Conclusión
La lección está clara: puedes intentar matar un V8 americano, pero mientras haya compradores dispuestos a pagar por él, encontrará la manera de sobrevivir. Incluso si eso significa esperar a que caiga un CEO.
El futuro dirá si esta extensión de vida del HEMI es el último hurra de una era que termina o el principio de una resistencia más amplia contra la electrificación total. Lo que está claro es que, por ahora, el rugido del V8 seguirá sonando en los concesionarios Dodge. Y eso, amigos, es una excelente noticia para los amantes de los motores de verdad.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.