
¿Os acordáis de esa escena mítica en la que Dominic Toretto le da caña a su Dodge Charger y levanta el morro como si fuera un caballo desbocado? Pues agarraos los machos, que lo que os vamos a contar hoy en Miana Motor sobre el caballito más famoso de la historia del cine os va a dejar más descolocados que un Multipla en un concurso de belleza.
Como ya os contamos en nuestro análisis del Mitsubishi Eclipse de «A todo gas», en Fast and Furious les encanta adornar la realidad más que un influencer su Instagram. Pero lo del caballito del Dodge Charger de Dominic Toretto… eso ya fue de aquí te espero.
El Dodge Charger R/T de Dom: La bestia que no era tan bestia

Antes de meternos en harina, vamos a situarnos. Estamos hablando de ese Dodge Charger R/T del 70 negro mate que hizo que toda una generación babeáramos como si no hubiera un mañana. Ese pedazo de máquina americana que, según Dominic Toretto, tenía tanto par motor que daba miedo hasta mirarlo. Pero como dicen en mi pueblo, no es oro todo lo que reluce.
La cruda realidad del monstruo negro de Fast and Furious
El equipo de producción utilizó varios Dodge Charger diferentes para el rodaje:
- El Hero Car (el coche principal para las tomas bonitas) llevaba un Mopar 440 de serie, que daba caña, pero no tanta como nos vendieron
- Los Charger de especialistas montaban un motor de 383 pulgadas cúbicas
- Y ese supercargador que sobresalía del capó como un dolor de muelas era más falso que un billete de 30 euros
Por qué el caballito del Dodge Charger era físicamente imposible
Aquí es donde viene la parte técnica, así que agarraos a la silla que esto tiene más miga que el pan de pueblo. Y no, no vale con decir «es que Dominic Toretto tiene familia» para explicar las leyes de la física.
La física no perdona (ni siquiera a Dom Toretto)
Para que un coche haga un caballito necesitamos varias cosas:
- Un par motor brutal: Y cuando decimos brutal, nos referimos a algo capaz de levantar más de una tonelada de metal americano. El Mopar 440 que llevaba el Charger, aunque potente, no daba para tanto. Ni de coña, vamos.
- Distribución de peso adecuada: El centro de gravedad del Dodge Charger tiene que estar más atrás que el último de la clase. Y este coche, con su motor delantero, tenía más peso en el morro que un camión de mudanzas.
- Tracción perfecta: Las ruedas traseras necesitan agarrarse al suelo más que Pedro Sánchez al sillón. Y aunque el Charger de Dominic Toretto llevaba buenos neumáticos, no eran suficientes.
Cómo se rodó realmente el caballito del Charger
Entonces, ¿Cómo consiguieron que ese pedazo de hierro americano se pusiera a dos ruedas? Pues con más trucos que el mago Tamariz en nochevieja:
Los trucos del Charger de Fast and Furious
- Barras hidráulicas: Instalaron unas barras hidráulicas en la parte delantera que levantaban el morro del Charger. Básicamente, le pusieron unos zancos mecánicos al coche de Dominic Toretto.
- Contrapesos móviles: Metieron peso en el maletero que se movía hacia atrás, como cuando intentábamos hacer equilibrio con la silla en clase (no lo intentéis en casa, chavales, que yo recuerdo los guantazos).
- Velocidad de abuelita: Aunque en la peli parece que va como alma que lleva el diablo, el Charger iba a unos ridículos 32 km/h. Más despacio que nosotros llegando a la oficina un lunes.
- Humo artificial: ¿Esa humareda de las ruedas traseras del Dodge? Una máquina de humo. Sí, como las de las discotecas de los 90.
La verdad sobre el Dodge Charger de Dominic Toretto

Vamos a ser justos: aunque el caballito fuera más falso que las excusas de un alumno el día del examen, el Dodge Charger seguía siendo una máquina impresionante como todos los coches de Fast and Furious.
Especificaciones técnicas reales del Charger
- Motor base: Mopar 440 V8
- Potencia: Alrededor de 375 caballos (que no está nada mal para la época)
- Transmisión: Automática TorqueFlite de 3 velocidades
- Peso: Aproximadamente 1.800 kg
- 0 a 100: Unos 6,5 segundos (cuando todo funcionaba como Dios manda)
La física real detrás de un caballito
Para los frikis de la mecánica (que sabemos que en Miana Motor sois unos cuantos), vamos a explicar qué necesitaría realmente un coche para hacer un caballito como el de Dominic Toretto:
- Potencia bestial: Necesitas más de 1000 caballos bien aprovechados
- Relación peso/potencia: Idealmente menos de 2 kg por caballo
- Centro de gravedad: Más bajo que la audiencia de Sálvame y más retrasado que cierto ministro
- Neumáticos específicos: Con un compuesto más pegajoso que el chicle en el asiento del bus
- Suspensión modificada: Para gestionar la transferencia de peso mejor que un socialista las preguntas incómodas
Coches que SÍ pueden hacer caballitos
Y para que no penséis que somos unos aguafiestas, hay algunos (muy pocos) coches de producción que pueden hacer caballitos de verdad sin modificaciones:
- El Dodge Demon, que salió en 2018 con 840 caballos y un modo específico para wheelies
- El Plymouth Hemi Cuda del 71, que en raras ocasiones podía levantar el morro
- El Dodge Coronet HEMI del 65, aunque solo con pilotos muy experimentados
Por supuesto, los dragsters profesionales también lo hacen, pero esos son otro mundo porque están construidos específicamente para ello y tienen más en común con un cohete que con un coche de calle.
El legado del Charger de Dominic Toretto

El Dodge Charger de Fast and Furious es como esos filtros de Instagram que te quitan 10 años: todo el mundo sabe que no es real, pero nos encanta igual. La escena del caballito puede ser físicamente imposible, pero es parte de lo que hizo que la película fuera tan memorable.
Impacto en la cultura del motor
El Charger de Dominic Toretto ha influido en:
- Miles de modificaciones de muscle cars
- La imagen moderna de los Dodge
- El resurgimiento del interés por los muscle cars clásicos
- Incontables intentos fallidos de hacer caballitos (por favor, no lo intentéis)
La ficción supera a la realidad
El Dodge Charger de Fast and Furious y su famoso caballito son como esas historias de pesca donde el pez cada vez es más grande: sabemos que no es verdad, pero mola tanto que nos da igual. Dominic Toretto podrá tener familia, pero ni toda la familia del mundo puede hacer que un Charger del 70 haga un caballito sin trucos, salvo cargándola en el maletero.
Y es que, como decimos siempre en Miana Motor, a veces la realidad no tiene por qué estropear una buena historia. Aunque sepamos que ese caballito era más falso que un duro de madera, seguiremos disfrutando de Fast and Furious como el primer día.
Para los más curiosos
Si queréis ver caballitos reales, os recomendamos que:
- Vayáis a competiciones de dragsters
- Busquéis vídeos del Dodge Demon actual
- NO intentéis hacerlo con vuestro coche. En serio, que luego vienen los lloros porque vuestros Hyundai no pueden con su alma.
¿Qué os ha parecido este viaje por la trastienda de una de las escenas más míticas del cine de acción? ¿Conocíais ya algunos de estos trucos del Dodge Charger de Dominic Toretto? Contadnos en los comentarios si os ha sorprendido algo o si queréis que destripemos más escenas de Fast and Furious. ¡Nos vemos en el próximo artículo!
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.