
¿Os acordáis cuando os contamos el drama de los talleres valencianos tras la DANA? ¿Y cuando os explicamos cómo reclamar al seguro? Pues agarraos que vienen curvas, porque la cosa ha ido a peor. Como si no tuviéramos bastante con el desastre inicial, ahora resulta que los coches afectados por la DANA están provocando incendios. Sí, habéis leído bien: INCENDIOS.
Del agua al fuego: Crónica de un desastre anunciado

El domingo 16 de diciembre, mientras media Valencia preparaba las cenas navideñas (los que aún tienen casa), el cielo de Catarroja se teñía de negro. ¿El motivo? Pues que ardía como una falla fuera de temporada un «cementerio de coches» improvisado donde se almacenaban los vehículos destrozados por la DANA. No hablamos de cuatro chatarras: aproximadamente 50 vehículos se convirtieron en una hoguera que ni la noche de San Juan.
La gestión brillante de nuestros políticos (modo ironía: ON)
Porque vamos a ver, queridos lectores, ¿a quién se le ocurre almacenar cientos de vehículos siniestrados, incluyendo coches eléctricos con las baterías mojadas, junto a vehículos de combustión, todos ellos sin descontaminar? ¡Ah, sí! A nuestra querida administración pública, esa que nos persigue si llevamos el catalizador un poco cascado pero que permite estas bombas de relojería a cielo abierto. Y mira que lo avisaron expertos como Angel Gaitán, pero ni con esas. Debe ser porque el sentido común es de «extrema derecha».
El circo de los tres pistas: Aseguradoras, Administración y Burocracia
Mientras nuestros políticos se tiran los trastos a la cabeza entre PP y PSOE (¡Oh, sorpresa!), los coches llevan pudriéndose al sol DESDE FINALES DE OCTUBRE. ¿La excusa? Los trámites burocráticos. Vamos, que para multarnos son más rápidos que Verstappen en clasificación, pero para gestionar esta crisis van más lentos que un Citroën 2CV cuesta arriba.
Vaya con la agilidad del estado.
Datos técnicos para los que quieren ir al grano
- Localización: Solar junto a Villa Carmen, calle Séquia Rascanya de Catarroja
- Hora de inicio: 19:30h del 16 de diciembre
- Medios desplegados: 5 dotaciones de bomberos (suponemos que porque por una vez, hubo alguien que se hizo cargo)
- Tiempo de extinción: Más de 3 horas
- Daños: Además de los 50 vehículos carbonizados, una columna de humo tóxico que obligó a los vecinos a encerrarse en casa
La paradoja fiscal española: La cruda realidad de Román

Como denunció Román, médico voluntario en Paiporta durante la DANA: «Pagamos impuestos a precio europeo para recibir cuidados de África«. Y esta frase, pronunciada en plena catástrofe, resume perfectamente la situación que vivimos en España.
Mientras nos ahogan con una presión fiscal digna de Escandinavia:
- IVA del 21% en la compra del vehículo
- Impuesto de matriculación de hasta el 14.75%
- Impuesto de circulación anual
- Cuotas de autónomos estratosféricas
- IRPF con tipos marginales de hasta el 47%
- Impuestos especiales sobre combustibles que nos sitúan entre los más caros de Europa
- Y una interminable lista de tasas y gravámenes que hacen que trabajemos más de medio año para el Estado
¿Qué recibimos a cambio? Un servicio tercermundista donde los coches afectados por la DANA acaban convertidos en ninots improvisados en descampados, creando situaciones de riesgo que cualquier estudiante de FP habría previsto (Sí, en FP ya te enseñan que hay que vaciar los fluidos).
La gestión del desastre de Catarroja es la prueba definitiva: pagamos como noruegos para recibir servicios dignos del África subsahariana.
La guinda del pastel: Hay más cementerios
Y aquí viene lo mejor: existen aproximadamente 10 campas similares en la zona. Sí, habéis leído bien: DIEZ. Diez bombas de relojería esperando su momento mientras la administración se rasca la barriga con papeleos infinitos.
Conclusiones para echarse a llorar (o reír, según se mire)
- Nos machacan a impuestos por la «transición ecológica» mientras permiten vertederos improvisados de coches.
- Persiguen al conductor particular por el tipo de combustible que usa, pero almacenan vehículos sin descontaminar al lado de zonas residenciales.
- Si tienes un vehículo clásico, eres peor que Satanás aunque lo tengas al día.
- La burocracia mata, y en este caso, casi literalmente.
¿Y ahora qué?

Pues según lo que sabemos, van a tener una reunión para «mejorar la vigilancia». Vamos, que después de que el caballo se haya escapado, van a cerrar la cuadra. Típico. Ya veremos si se hace algo o queda en un nuevo brindis al sol.
Mientras tanto, los afectados por la DANA siguen esperando soluciones con sus coches convertidos en chatarra con riesgo de incendio. La administración los amontona y el fuego hace el resto, como una metáfora perfecta de la gestión pública española: primero te ahogan en papeles y luego te queman las pruebas.
Seguiremos informando de este despropósito, que por desgracia, parece que va para largo. Y recordad, queridos lectores, que si tenéis un coche afectado por la DANA, mejor reclamad rápido no sea que acabe siendo parte de la próxima hoguera administrativa.
Nota del editor: Ningún político fue dañado durante la escritura de este artículo. Parafraseando a uno de ellos: Ellos están bien.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.