
3.000 empleos. 4.100 millones. Una gigafactoría de baterías con apellidos chinos (CATL) y padrino europeo (Stellantis). Todo esto en Figueruelas, ese pueblo de Zaragoza que hasta ahora era famoso por fabricar Corsas y por tener más viento que sombra. El futuro viene eléctrico y con palillos. Pero… ¿qué futuro?
Porque ojo al dato, que diría un clásico: de esos 3.000 empleos prometidos, los primeros 1.847 los cubre CATL trayendo a su propia plantilla desde China. Técnicos, operarios, jefecillos con experiencia en otras plantas. Vamos, que no vienen a hacerse selfies en la Plaza del Pilar.
🚢 ¿Esto es inversión extranjera… o deslocalización inversa?
La jugada es redonda… para ellos: traen el dinero, traen el know-how, traen las máquinas… y también a la gente que las sabe manejar. A ti, aragonés de pro, lo que te queda de momento es mirar cómo llegan en fila india en el AVE y se instalan en barracones prefabricados porque no hay viviendas para todos.
¿Y los autóctonos? A esperar, a ver si en la fase buena toca algo. Como el que se queda fuera del casino mientras dentro ya se están repartiendo las fichas.
🧠 Tecnología sí, pero… ¿se queda aquí?
Este no es solo un tema de empleo, es un tema de transferencia tecnológica. La batería es el nuevo motor. El que domine eso, tiene la sartén por el cable. CATL lleva años perfeccionando sus sistemas LFP (litio-ferrofosfato) y las líneas automatizadas de producción que van como un reloj suizo… pero sin suizos.
Claro, es normal que al principio traigan a los que ya se saben el guión, pero si no hay un plan claro para formar a técnicos locales y hacer que se mojen en el proceso, esto será como dejarte los deberes hechos por tu primo: apruebas, pero no aprendes nada.
🏚 ¿Y dónde los metemos?
En Figueruelas y alrededores están más preocupados por los ladrillos que por el litio porque no hay sitio para tanto trabajador de golpe. Los ayuntamientos improvisan soluciones tipo contenedor marítimo con ducha, y los vecinos ya se están preparando para lo que viene: más tráfico, alquileres por las nubes y una ensalada cultural interesante. China Town en la ribera del Ebro.
Ojo, que esto no es racismo, es lógica de territorio: si metes casi 2.000 personas en un pueblo de 1.400, algo saltará por los aires. Y no serán las baterías.
💬 Stellantis y CATL: discurso de libro
Ambas compañías repiten el mantra: “Esto generará riqueza, empleo y desarrollo para la región”. El presidente aragonés habla de oportunidad histórica. Hasta ahí, todo bien. Pero si rascas un poco, lo que se oye es más preocupante:
“Los trabajadores locales se incorporarán en fases posteriores.”
Traducción: ya veremos si hay sitio cuando esté todo montado.
“El personal chino se irá retirando poco a poco.”
Traducción: no tenemos ni idea de cuándo, ni si será verdad.
🇪🇺 Europa, ¿tú también?
No es un caso aislado. En Alemania y Hungría ya ha pasado. Abren plantas de CATL montadas con mano de obra china, y al final lo que queda es una bonita nave industrial… pero poca soberanía tecnológica. Porque no se trata solo de montar baterías, se trata de diseñarlas, mejorarlas, entenderlas…. eso no se aprende mirando desde la barrera.
Europa necesita industria, sí. Pero reindustrializar no puede significar volver a depender de otros, esta vez de Pekín en lugar de Detroit y con menos autonomía aún.
🎯 ¿Entonces qué?
Lo decimos claro: la inversión es buena. Pero no a cualquier precio. Si esto se convierte en una sucursal asiática con mano de obra puramente china y mal pagada, vamos mal. Si solo se generan empleos en logística, mantenimiento y limpieza, vamos peor.
Estas deberían ser las claves:
- Formación profesional seria y rápida. El modelo híbrido ya es un avance.
- Cláusulas de transferencia de conocimiento en el contrato.
- Presión institucional para que los puestos clave pasen a manos locales.
- Infraestructura pensada para absorber este crecimiento sin reventar los pueblos.
Y sobre todo, valentía política para no aplaudir con las orejas cualquier cosa que venga con ceros en la chequera.
🤔 La pregunta final
¿Queremos una fábrica de baterías en España? Sí.
¿Queremos que funcione bien desde el primer día? También.
¿Queremos que sea un motor de empleo y progreso local a largo plazo? Por supuesto.
Entonces la única pregunta importante es esta:
¿Esto va de reindustrializar Europa… o de montar fábricas donde los europeos miran y los chinos trabajan?
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.