¿Os acordáis de cuando MG era británica y hacía unos coches que te ponían los pelos como escarpias? Nosotros sí, y hoy vamos a recordar uno de sus modelos más especiales: el MG ZS 180. Un coche que, como diríamos en España, tenía más mala leche que un toro de Victorino.
De Rover a MG: Cuando los británicos se pusieron las pilas
Corría el año 2001 y MG Rover, recién divorciada de BMW, decidió que era hora de darle caña a la marca MG. Y vaya si se la dieron. Cogieron el Rover 45, un coche más soso que un yogur sin azúcar, y lo convirtieron en una bestia que hacía temblar el asfalto: el MG ZS 180.
Vestido para matar
Nada más verlo, ya sabías que este no era un Rover cualquiera. Los británicos le metieron esteroides por todos lados: parrilla específica con el escudo MG, paragolpes más musculados que un culturista, faldones laterales que parecían sacados de un coche de carreras y un alerón trasero que ni el mismísimo Mitsubishi EVO VI. Las llantas de 17 pulgadas y 15 radios eran la guinda del pastel, porque, sí nenes, en esa época el perfil bajo era lo más.
Interior: Más británico que el té de las cinco
El habitáculo era como un pub inglés: tradicional, algo anticuado, pero con carácter. Los asientos tipo baquet te abrazaban más fuerte que tu abuela en Nochebuena, y el volante forrado en cuero era más grueso que un bocadillo de calamares. Eso sí, la ergonomía era más británica que la monarquía: los mandos estaban colocados con el mismo criterio que usa un borracho para volver a casa.
El corazón del asunto: Un V6 con más carácter que una suegra
Bajo el capó latía un V6 de 2.5 litros que era una joya. 177 CV a 6.500 rpm y 240 Nm a 4.000 rpm pueden no parecer una barbaridad hoy en día, pero os aseguramos que este motor cantaba mejor que Pavarotti. El sonido del escape específicamente afinado era música para los oídos de cualquier petrolhead que se precie. Básicamente era un Aston Martin asequible.
Las diferentes caras del MG ZS 180: Todas las versiones y acabados
El MG ZS 180 llegó al mercado español con dos niveles de acabado que marcaban la diferencia. El acabado Sport, el más común en nuestras carreteras, llegaba bien servido de serie. Sus llantas de 17 pulgadas de 15 radios y la tapicería mixta de tela y cuero marcaban la pauta deportiva, mientras que el aire acondicionado, los cuatro airbags y la radio CD cubrían el apartado de confort. El alerón trasero deportivo y los faros antiniebla completaban un conjunto visualmente impactante.
Por encima se situaba el acabado Sport SE, la guinda del pastel para los más sibaritas. Aquí la tapicería era completamente de cuero y los asientos incorporaban calefacción. El volante, forrado en cuero perforado, y los pedales deportivos de aluminio elevaban la experiencia deportiva. Como detalle distintivo, este acabado permitía optar por un alerón trasero más discreto y unas llantas específicas con acabado pulido que le daban un toque más elegante.
Curiosamente, mientras nosotros solo recibimos la versión sedán, en otros mercados europeos el MG ZS 180 también se comercializó con carrocería de cinco puertas. Los británicos, además, disfrutaron de ediciones especiales que aquí ni olimos. La Trophy SE presumía de una suspensión más radical y un escape deportivo que sonaba como los ángeles. La versión Monogram permitía personalizar el color al gusto del cliente, mientras que la XPower lucía un kit estético específico que la hacía parecer recién salida de una carrera.
De la calle a la pista: La aventura del MG ZS 180 en el BTCC
La historia deportiva del MG ZS 180 es de esas que te ponen los pelos de punta. West Surrey Racing, auténticos magos británicos de la preparación, transformaron nuestro sedán familiar en una bestia de competición. El MG ZS EX259, su denominación en el BTCC, era más británico que tomar el té con la Reina.
El motor se redujo a 2.0 litros por reglamento, pero desarrollaba más de 260 CV atmosféricos. El chasis recibió una jaula antivuelco integral soldada a la carrocería, y la aerodinámica se trabajó hasta el último detalle. Todo el conjunto pesaba apenas 1.150 kg, lo que lo convertía en un auténtico misil en las manos adecuadas.
Entre 2001 y 2003, el MG ZS 180 escribió algunas de las páginas más brillantes de su historia en el BTCC. Con pilotos de la talla de Anthony Reid y Warren Hughes al volante, el coche consiguió 36 victorias y dos subcampeonatos de constructores. Más de 80 podios avalan una trayectoria deportiva que, aunque breve, fue intensísima.
Manual del comprador avispado: Qué mirar al comprar un MG ZS 180
Si estáis pensando en haceros con uno de estos británicos con mala leche, más vale que prestéis atención. La correa de distribución es el primer punto caliente: debe cambiarse cada 120.000 kilómetros o seis años, lo que llegue antes. Si el vendedor no tiene registros de este cambio, mejor dar media vuelta y salir por patas.
El motor KV6 es robusto, pero tiene sus manías. Consume aceite como un británico cerveza, así que el nivel debe revisarse con frecuencia. Los ruidos metálicos en ralentí son tan malos presagios como ver a tu suegra con cara de pocos amigos, y las juntas de culata pueden dar guerra en algunos ejemplares.
El chasis también merece atención especial. Los casquillos de suspensión sufren con los años tanto como nosotros con la declaración de la renta, y los amortiguadores originales cuestan un riñón y parte del otro. El subchasis delantero tiende a oxidarse, especialmente en zonas húmedas, así que una linterna y algo de tiempo boca abajo serán vuestros mejores aliados.
Tuning y modificaciones: Sacándole más jugo que a un limón
Los británicos son unos maestros del tuning, y el ZS 180 es como un lienzo en blanco para los amantes de las modificaciones. La primera fase de preparación es para valientes: una admisión directa K&N, escape deportivo completo y reprogramación de centralita pueden sacarle entre 15 y 20 CV adicionales al V6. El sonido resultante es más adictivo que las patatas fritas.
Para los muy valientes, la segunda fase incluye árboles de levas deportivos, colectores de escape y una mariposa de admisión mayor. El resultado son 30-35 CV extra y un coche que acelera como alma que lleva el diablo. Pero los auténticos locos del motor van a por la fase tres: kit de sobrealimentación, inyectores de alto caudal y embrague reforzado. Con estas modificaciones, el MG ZS 180 puede ganar entre 70 y 100 CV, suficiente para dejar con la boca abierta a más de un deportivo moderno.
Curiosidades que ni los británicos conocen acerca del MG ZS 180
El MG ZS 180 guarda más secretos que el área 51. Pocos saben que su motor V6 KV6 fue originalmente desarrollado por Rover cuando pertenecía a Honda, o que existe una versión fabricada en China bajo licencia que es más rara de ver que un político devolviendo dinero.
Entre bambalinas, el equipo de desarrollo incluía ex-ingenieros de McLaren F1, lo que explica parte de su excelente comportamiento dinámico. También existe el rumor de un prototipo con tracción total que nunca vio la luz, probablemente enterrado en algún sótano de Birmingham junto con otros secretos de MG Rover.
El color más exclusivo es el Verde Trophy, del que solo se fabricaron 15 unidades en todo el mundo. Y aquí va una curiosidad para los amantes de las modificaciones: los asientos delanteros son prácticamente intercambiables con los del Subaru Impreza, algo que descubrieron los preparadores por casualidad.
2004: El lavado de cara que cambió las tornas
El restyling de 2004 fue como cuando tu pareja vuelve de la peluquería: todo un cambio de look. Los faros partidos dieron paso a unas ópticas de una pieza con mejor tecnología, mientras que la parrilla clásica MG se transformó en un diseño dividido en cuatro secciones que le daba un aspecto más moderno que un iPhone.
El interior dio un salto cualitativo importante. El salpicadero sobrio original evolucionó hacia un diseño más actual con salidas de aire circulares y materiales de mejor calidad. Por fin llegó el climatizador, ese extra que los británicos consideraban un lujo mediterráneo. Las llantas de 15 radios cedieron su lugar a un nuevo diseño de 11 radios, mientras que la carrocería recibió un kit estilo XPower que le daba un aspecto más agresivo que un doberman con hambre.
Las branquias laterales y la moldura “180” en las aletas eran la guinda de un pastel que, lamentablemente, no duraría mucho. En 2005, MG Rover cerró sus puertas y el MG ZS 180 se despidió por todo lo alto, como esos héroes que prefieren morir de pie que vivir de rodillas.
Conclusión: El MG ZS 180 es un héroe infravalorado
El MG ZS 180 fue uno de esos coches que demuestran que los británicos, cuando quieren, saben hacer coches que te ponen los pelos de punta. No era perfecto, pero tenía más personalidad que medio parque automovilístico actual junto. Como decimos en España, era más auténtico que un cocido madrileño.
Os dejamos con esta review en inglés del MG ZS 180 que nos ha encantado:
Ficha técnica MG ZS 180 (2001-2005)
Motor | V6 2.497 cc |
---|---|
Potencia | 177 CV a 6.500 rpm |
Par motor | 240 Nm a 4.000 rpm |
Tracción | Delantera |
Cambio | Manual 5 velocidades |
Peso | 1.235 kg |
0-100 km/h | 7.7 segundos |
Velocidad máxima | 224 km/h |
Consumo medio | 9.5 l/100 km |
Longitud | 4.532 mm |
Batalla | 2.620 mm |
Maletero | 470 litros |
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Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.