
Cuando pensábamos que el Ayuntamiento de Madrid no podía superarse en su particular circo de la movilidad, va y nos sorprende con una nueva charlotada digna de estudio.
La prórroga trampa: circular sí, aparcar no
Nuestro querido consistorio, en un ataque de «generosidad navideña», ha decidido que los coches sin etiqueta podrán seguir dando vueltas por Madrid doce meses más. ¡Toma ya! Pero ojo al dato: pueden circular… ¡pero no aparcar! Vamos, como si te dejaran entrar a un restaurante pero sin poder sentarte. De traca.
Y aquí viene lo bueno: los propietarios que han ido a renovar su tarjeta SER se han encontrado con un «no» como una casa. Las Juntas Municipales les han dado con la puerta en las narices. En cristiano: tienes permiso para dar vueltas por Madrid como un pato mareado, pero como intentes aparcar en tu barrio de toda la vida, te vas a comer una multa que te vas a enterar.
De Guatemala a Guatepeor: la saga continúa
¿Os acordáis del follón que montaron con los coches históricos? Pues esto es la segunda parte, pero en cutre. El equipo de Almeida sigue demostrando que para liarla parda con la movilidad no hay quien les gane. Primero fue la guerra contra los clásicos, ahora contra cualquier coche que no tenga una pegatina de colores. A este paso, en 2025 solo podrán circular los patinetes del alcalde.
El caos municipal: nadie sabe nada
Las Juntas Municipales están más perdidas que un hijo de feriante, el 010 parece que se ha ido de puente (no hay quien dé señales de vida), y la web del ayuntamiento está más atascada que la A-6 un viernes por la tarde. ¿La solución que dan? Que te busques un parking privado. Sí, en Madrid. Donde aparcar cuesta más que el cochazo del alcalde.
De Madrid al cielo… dando vueltas
Y mientras, los madrileños a dos velas, preguntándose qué será lo próximo. ¿Nos dejarán circular solo los días que el Atleti gane? ¿Habrá que pintar el coche del color del partido que gobierne? La realidad es que en Madrid puedes tener un coche sin etiqueta, pero como el que tiene un barco en una bañera: muy bonito, pero no sirve para nada.
El cachondeo padre
Hay que ser muy artista para liarla tanto, y es que la gestión de la movilidad en Madrid es como una película de Berlanga, pero sin gracia. Ya pasó con los históricos y ahora con esto: mucho bla bla bla y al final la gente normal pagando el pato. Parece que el problema burocrático que ha llevado a un incendio en Catarroja no es único.
Mientras escribo esto, me cuentan que en las Juntas Municipales ya hay más cola que en el Primark en rebajas. Vecinos cabreados, funcionarios que no saben qué decir y una sensación general de «aquí cada uno hace lo que le da la gana». Lo dicho: un nuevo capítulo del Madrid de los disparates.
Seguiremos informando de este despiporre sobre ruedas. Y recordad: si tenéis un coche sin etiqueta en Madrid, igual os sale más barato contratar un helicóptero. Al menos no tendréis que preocuparos por aparcar.
Nota: Este artículo podría haberse escrito escrito desde un coche dando vueltas por Madrid buscando aparcamiento. Habría dado tiempo
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.