Hace unos meses os contábamos con el corazón encogido que Recaro se iba al carajo. Hoy traemos buenas noticias: los italianos de Proma han metido la pasta necesaria para salvar nuestros queridos asientos. Y menos mal, porque ya nos veíamos sentados en taburetes del IKEA.
Del “tierra trágame” al “mamma mia”
La cosa pintaba más negra que el futuro del diésel en 2035 cuando en julio Recaro anunció que se iba a pique. 215 currantes en Alemania, décadas fabricando los mejores asientos del mundo (que se lo digan a cualquiera que haya probado un Sportster), y de repente… ¡pum! A tomar viento.
Pero como dice el dicho, Dios aprieta pero no ahoga. El grupo Proma, unos señores italianos que llevan años fabricando piezas para medio sector del automóvil, han decidido meter la billetera y rescatar a Recaro del pozo. Y no son cuatro chavales con un garaje: tienen 26 fábricas repartidas por medio mundo y facturan más pasta que muchos equipos de Fórmula 1.
El efecto dominó que ni te imaginas
¿Sabéis lo mejor? Cuando Recaro se fue al guano, hasta Ineos tuvo que parar la producción del Grenadier y el Quartermaster. Imaginaos la conversación: “Oye, que tenemos un todoterreno de 80.000 pavos parado porque no tenemos dónde sentar a la gente. ¿Os valen unas sillas de camping?”. Momentazo.
Lo más curioso es que mientras la matriz alemana se hundía, los colegas de América y Japón seguían tan panchos fabricando asientos. Y los de las sillas gaming y asientos de avión (Recaro Holding), como si oyeran llover. Estos últimos deben ser los listos de la familia.
¿Qué va a pasar ahora?
A partir de enero de 2025, la producción se muda a Italia. Los alemanes mantendrán algunos curritos en Stuttgart para la parte técnica y comercial, que tampoco es plan de perder todo el know-how teutón de golpe.
La buena noticia es que seguirán fabricando tanto asientos para preparaciones (que los aficionados de verdad sabemos apreciar) como para coches nuevos. Porsche, por ejemplo, podrá seguir montando Recaros en sus Porsche 911, que bastantes disgustos tenemos ya con tanto coche eléctrico como para encima tener que sentarnos en sillas corrientes.
¿Seguirán siendo igual de buenos?
Esa es la pregunta del millón. Los italianos saben hacer cosas buenas cuando quieren (que se lo digan a Ferrari), pero también nos han dado algún que otro disgusto (la calidad de Alfa Romeo).
Lo que está claro es que Proma no es precisamente el típico inversor cutre que compra marcas para exprimirlas. Estos tíos llevan años fabricando piezas de calidad para marcas premium y saben de lo que va el tema. Además, mantener el equipo técnico en Alemania es una señal de que quieren conservar la esencia Recaro.
Para rematar
Al final, esto es como cuando tu restaurante favorito cambia de dueños: puede salir muy bien o muy mal, pero al menos sigue abierto. En este caso, tenemos motivos para ser optimistas. Los italianos saben de coches, los alemanes siguen en el ajo, y nosotros podremos seguir disfrutando de unos asientos que te sujetan como un abrazo de tu madre (pero en las curvas).
Y si al final los asientos vienen con un toque de sabor italiano, pues oye, peor sería que los hubiera comprado algún fondo buitre americano que solo sabe hacer sillas de oficina.
¿Qué os parece el rescate? ¿Creéis que los italianos mantendrán el listón alto o la habrán cagado? Soltad toda la bilis en los comentarios, que para eso están.
Ahora que sabes que RECARO no quiebra, ¿Te perderás el hacerte con uno de sus asientos?
Recaro RC295070570 Sr5-Speed Asiento Deportivo de Piel Artificial y Velour para Piloto y Copiloto
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.