
La carrera por los camiones autónomos está en pleno apogeo, y Volvo, junto con la empresa de tecnología Waabi, acaba de meter una marcha más en EE.UU. con sus camiones SAE Nivel 4. Pero, ¿qué significa esto para Europa? ¿Estamos preparados para esta revolución o nos pillará con el pie cambiado? Vamos a analizarlo con el cuchillo entre los dientes.
Volvo y Waabi: Inteligencia artificial al volante
Waabi, una empresa canadiense especializada en IA, se ha asociado con Volvo Autonomous Solutions para desarrollar camiones sin conductor que prometen revolucionar el transporte de mercancías. La clave de esta alianza está en «Waabi Driver», un sistema de conducción virtual basado en inteligencia artificial generativa que simula millones de escenarios para entrenar a los camiones sin necesidad de arriesgar la chapa en la carretera.
Los primeros camiones VNL Autonomous con este sistema saldrán de la fábrica de Volvo en Virginia este mismo año. Mientras tanto, en Texas ya han montado un centro logístico para probar estas máquinas en la ruta Dallas-Houston, un tramo ideal por su regulación amigable con los vehículos autónomos.
Europa: Regulaciones, sindicatos y una infraestructura que no está lista

Aquí en Europa, la cosa es distinta. Para que un camión autónomo circule por nuestras carreteras, debe enfrentarse a:
- Regulaciones del infierno: La UE tiene normas más estrictas que un inspector de la ITV con resaca. Si bien ya existen sistemas de asistencia avanzados, la homologación de camiones sin conductor va a ser un dolor de muelas burocrático.
- Sindicatos al acecho: La introducción de camiones autónomos implica una amenaza directa para miles de transportistas. En EE.UU., donde el capital manda, la transición será más fácil, pero aquí los sindicatos no van a dejar que las empresas despidan camioneros sin dar guerra.
- Infraestructura insuficiente: Las rutas que se están probando en Texas son sencillas y rectas, con buen clima y carreteras anchas. En Europa, tenemos puertos de montaña, carreteras llenas de ciclistas suicidas y condiciones meteorológicas que pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Los camiones autónomos: ¿Son realmente el futuro?
Más allá de la teoría, los camiones sin conductor presentan varios desafíos prácticos:
- Seguridad: Un camión de 40 toneladas sin conductor tiene que ser capaz de reaccionar a imprevistos como peatones imprudentes, fallos mecánicos o tormentas inesperadas.
- Costes de implementación: Equipar un camión con tecnología de conducción autónoma no es barato. Aunque a largo plazo podría ahorrar en salarios, la inversión inicial es considerable.
- Aceptación pública: ¿Confiarías en un monstruo de acero y diésel sin conductor adelantándote en autopista? La aceptación de los camiones autónomos por parte del público será un factor crucial para su adopción.
Conclusión: Aún queda camino por recorrer
Mientras Volvo y Waabi siguen avanzando en EE.UU., en Europa todavía estamos en fase de debates y pruebas. Si bien es cierto que la automatización puede traer mejoras en eficiencia y seguridad, también supone un reto colosal en regulaciones, infraestructura y aceptación social.
¿Veremos camiones sin conductor rodando por las autopistas europeas en los próximos cinco años? Puede que sí, pero antes de eso, los fabricantes tendrán que sortear una carrera de obstáculos digna del Dakar.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.