
¿Qué narices es el kit Twin-E y quiénes son estos franceses?
Si creías que tu coche estaba listo para el desguace por culpa de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), espera un segundo, que igual hay esperanza. Los de Green Corp Konnection (GCK), unos cerebritos franceses del Puy-de-Dôme, han parido el kit Twin-E: un kit que convierte tu zarrio de gasolina o diésel en un híbrido enchufable en lo que tardas en pedir una pizza. No es coña: te enchufan 70 km de autonomía eléctrica y te quitan de encima el marrón de las multas por contaminar. ¿Que quiénes son estos? Pues Guerlain Chicherit, un tío con pinta de quemar rueda, y Eric Boudot, un crack de los negocios, que en 2023 dijeron: “Vamos a liar una gorda”.
No te pienses que es un rollo de ciencia ficción. Lo probaron en una Renault Clio 3 y ahora quieren que cualquier coche decente, es decir, de 20 años, se suba al carro. La idea es que tu viejo amigo de cuatro ruedas deje de ser el apestado del barrio y se cuele en las ZBE con una sonrisa mientras le haces la peineta a Almeida. Si te mola gastar menos en gasolina y fardar de verde sin vender un riñón para comprar una lavadora, esto te va a flipar. Vamos al lío, que hay tela que cortar.
¿Cómo funciona este cacharro?
El kit Twin-E no es un apaño de taller cutre. Estos tíos le meten un motor eléctrico donde iba tu caja de cambios, con un trasto que llaman tren epicicloidal (no te rayes, es solo un nombre pijo para el planetario de toda la vida). Luego te plantan una batería en el maletero que tampoco sabemos cuánto ocupa y listo: tu coche ahora va en plan eléctrico para el día a día (70 km, que no está mal), en modo gasolina o diésel para escapadas largas o a medias, como un híbrido de los buenos. Tú enchufas el bicho en casa y a correr.
Según GCK, en ciudad te ahorras un 50-70% de combustible y las emisiones de CO2 se van a la mierda, hasta un 80% menos. En una prueba con los de UTAC, un Clio pasó de 139 g/km a 39 g/km y de gastar 5,9 litros cada 100 km a 1,4. O sea, tu coche deja de ser el típico guarrete y se pone las pilas literalmente. Por ahora lo tienen bien pillado con trastos de los 2000, como los Renault 1.5 dCi o los 1.6 HDi de Peugeot y Citroën, pero la cosa promete mucho más.
¿Cuánto te va a costar la broma?

Aquí viene lo interesante: en Francia te piden unos 7.500 euros por el kit. Si pillas las ayudas del gobierno (hasta 2.000 pavos), te lo dejas en 5.500. Y si eres de los que curran por su cuenta, es decir, autónomo, es decir héroe, y pillan el IVA, igual te sale por 4.500-5.000. ¿Mucho? Hombre, no es un café, pero compara con los 40.000 que te clavan por un híbrido enchufable nuevo y verás que no es tan mala idea. Además, te lo montan en un día y no te desmontan medio coche.
Luego está el tema práctico: en modo eléctrico no gastas ni un céntimo en combustible, y con la pegatina Crit’Air 1 (como la ECO de aquí) te paseas por las ZBE sin que te crujan. En Francia hasta te dan descuentos en parkings y peajes, y aquí, si lo traen, igual te ahorras algo en el impuesto de circulación, y lo dicho, peinetas a Almeida). Es un dineral al principio, sí, pero luego te ríes cada vez que pasas por la gasolinera sin parar. A la larga sale barato.
Los peros: No es oro todo lo que reluce

Vale, no te flipes todavía. El kit Twin-E mola, pero no es para todos los coches. Está pensado para modelos de principios de los 2000 (Euro 3 o 4), como un Mégane o un Focus. Si tienes un trasto de los 90, tipo Xsara 1.6i o Audi A4 1.9 TDI, la cosa se complica. Las cajas de cambios y las centralitas de esa época son más básicas que un bocata de mortadela, y el kit necesita algo más moderno para funcionar bien. A lo mejor con un apaño te lo montan, pero de momento no hay nada claro.
Además, la batería y el motor eléctrico meten unos 100-150 kg y te quitan algo de maletero. Si eres de los que llevan el coche como un trastero, te va a tocar apañártelas. Los 70 km eléctricos son decentes para ir al curro o al súper, pero no esperes cruzar España sin echar gasolina. Y si no tienes enchufe en casa o cerca, pues te jorobas, porque sin carga no hay magia. Aun así, para el día a día en ciudad, es un puntazo, y hacer la coña de aparcar en un espacio de coche eléctrico es un plus para los que disfrutamos el humor idiota.
Kit Twin-E contra el GLP: ¿Qué me pillo?

Si estás dudando entre esto y el GLP, que aquí en España está más visto que el telediario, te lo pongo fácil. El GLP te sale por 1.500-3.000 euros y te da la ECO también, pero no tienes modo eléctrico ni reduces tanto las emisiones. El kit Twin-E es más caro, pero te da ese rollo de enchufarlo y no gastar un duro en trayectos cortos, además de molar más en plan sostenible. Si te va el gas, bien; si quieres un subidón eléctrico, el kit Twin-E es tu colega.
Frente a un coche nuevo, ni te cuento. Un híbrido enchufable de marca te sangra 35.000-40.000 euros, y aquí por menos de 6.000 te apañas con el que ya tienes. GCK va de listo: en vez de tirar tu coche, lo tunea para que aguante el tirón. Mientras Vonderleyen da por saco asumiendo que todos somos millonarios, el kit Twin-E es un soplo de aire fresco para no quedarte atrás.
¿Llegará a España o nos quedamos mirando?

Por ahora, el kit Twin-E es un rollo puramente gabacho. GCK quiere petarlo con 1.000 talleres y meter el kit en 15-20 modelos clave, que son millones de coches solo en Francia. Aquí, con las ZBE de Madrid y Barcelona apretando, podría pegar fuerte si lo traen y lo homologan con la DGT. Un kit para un Ibiza, un León o un Astra de los 2000 sería la leche. Eso sí, tienen que currárselo para competir con el GLP, que ya tiene su hueco.
Y mira al futuro: si GCK se anima, igual sacan algo para coches más viejos o suben los kilómetros eléctricos. Imagínate enchufando un Golf de los 90 o una furgo de reparto. De momento es un “ya veremos”, pero estos tíos han dejado claro que van en serio. Si lo traen a España y lo bajan un pelín de precio, se lía parda, te lo digo yo.
El resumen: Un chute para no jubilar a tu viejo amigo

El kit Twin-E no te va a cambiar la vida, pero sí le da un meneo guapo a tu coche. No es para trastos de la prehistoria ni para quien no tenga enchufe, pero si tienes un cacharro de los 2000 y quieres seguir dándole caña sin que te miren mal, es una pasada.
GCK ha dado en el clavo: tu coche no tiene por qué palmar todavía.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.