En Miana Motor llevamos años siguiendo la locura de Christian von Koenigsegg, ese sueco que un día decidió que hacer coches de 400 CV era de pobres. Hoy nos metemos a fondo con el Koenigsegg Jesko, un hipercoche que hace que un Chiron parezca el 600 de tu abuela.
¿Por qué el Koenigsegg Jesko es tan especial?
Empecemos por lo gordo: su V8 biturbo de 5.0 litros es una obra maestra de la ingeniería. Con E85 (ese combustible que aquí ni catamos) escupe 1.600 CV, y con gasolina “normal” se conforma con 1.280 CV. Vamos, que tiene más potencia que siete Porsche 911 Carrera juntos.
La gracia está en cómo consigue estos números. El motor gira a 8.500 rpm, una locura para un V8 biturbo, gracias a un cigüeñal que pesa solo 12,5 kg (el más ligero jamás montado en un V8 de producción). Los turbos tienen sistemas anti-lag que harían llorar a un ingeniero de F1, y el sistema de lubricación usa siete bombas de aceite. Sí, has leído bien: SIETE.
La transmisión que volvió locos a los ingenieros
Aquí viene lo bueno. La transmisión LST (Light Speed Transmission) es tan compleja que necesitaríamos tres artículos solo para explicarla. Es una caja de 9 velocidades con multi-embrague que puede saltar directamente de séptima a tercera más rápido que tú diciendo “¡hostias!”. No hay palanca de cambios tradicional, sino dos pequeñas paletas que controlan este prodigio de ingeniería.
Aerodinámica: Cuando la física se rinde
El Jesko genera 1.400 kg de carga aerodinámica a máxima velocidad. Para que nos entendamos: podría circular por el techo de un túnel a 250 km/h sin caerse. El alerón trasero parece sacado de un avión de combate, y toda la carrocería está diseñada para partir el aire como un cuchillo caliente corta la mantequilla.
Datos técnicos para flipar:
- 0-100 km/h: 2,5 segundos (y eso que no es su fuerte)
- 0-300 km/h: menos de 14 segundos
- Velocidad máxima: +480 km/h (versión Absolut)
- Peso en vacío: 1.420 kg (más ligero que un Volkswagen Golf)
- Relación peso/potencia: 0,89 kg/CV (versión E85)
El precio: Para millonarios con prisa
Si tienes que preguntar el precio, probablemente no puedas permitírtelo. Pero aquí va: 2,5 millones de euros… para empezar. Añade opciones y personalización, y fácilmente te plantas en 3 millones. Solo fabricarán 125 unidades, y ya están todas vendidas. Vamos, que si querías uno, llegas más tarde que a un Black Friday.
¿Por qué se llama Jesko?
El coche lleva el nombre del padre de Christian von Koenigsegg, Jesko von Koenigsegg. Un detalle bonito que demuestra que hasta en el mundo de los hipercoches hay espacio para el sentimiento. Aunque seguramente Jesko preferiría que su hijo le hubiera regalado una corbata.
Conclusión: ¿Vale la pena?
¿Que si vale la pena un coche que cuesta como 50 pisos en Cuenca? Pues mira, si tienes el dinero y quieres el hipercoche más brutal del planeta, adelante. El Koenigsegg Jesko es la demostración de que los límites están para romperlos, y que siempre hay un sueco loco dispuesto a hacerlo.
Y si no puedes permitírtelo (como el 99,99% de los mortales), siempre nos quedará soñar con él mientras conducimos nuestro Seat León camino del trabajo. Al menos ahora sabes que existe un coche que hace que un Bugatti parezca lento. Y eso, amigos, es conocimiento que vale la pena tener.
¿Qué opináis del Koenigsegg Jesko? ¿Es el hipercoche definitivo o creéis que aún hay margen para más locura? Dejadnos vuestros comentarios abajo.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.