
La salida del piloto mexicano de Red Bull marca el fin de una era en la escudería austriaca, dejando más preguntas que respuestas sobre su futuro en la F1
La Fórmula 1 puede ser cruel, amigos. Y si no, que se lo digan a Sergio ‘Checo’ Pérez, quien acaba de anunciar su salida de Red Bull Racing tras una montaña rusa de emociones que ha durado cuatro temporadas. ¿El motivo oficial? Un «acuerdo mutuo». Pero sabemos que en la F1, como en Las Vegas, lo que pasa en el garaje no siempre se queda en el garaje.
De héroe a villano: La montaña rusa de Red Bull

Pérez llegó a Red Bull en 2021 como el «Ministro de Defensa» después de su memorable victoria en Sakhir 2020. El mexicano traía experiencia, temple y esa capacidad única para defender posiciones que le valió su apodo. Durante sus primeras temporadas, demostró por qué Red Bull había apostado por él: victorias en Mónaco, podios consistentes y ese segundo puesto en el campeonato de 2023 que parecía augurar un futuro brillante.
Pero la Fórmula 1 2025 se presenta sin Checo en la parrilla. ¿Qué ha pasado? La respuesta corta: la presión de ser compañero de Max Verstappen puede ser como intentar beber Red Bull de una manguera contra incendios – demasiado para cualquiera.
El desgaste de una temporada imposible
La temporada 2024 ha sido especialmente dura para el mexicano. Los resultados no acompañaban, las críticas arreciaban y ese círculo vicioso que tanto conocemos en la F1 comenzó a girar: menor rendimiento, más presión, menor confianza, peores resultados. Un ciclo que ha visto antes a pilotos como Gasly y Albon.
¿Año sabático o retirada forzosa?

¿Y ahora qué? Pérez habla de un «sabático», ese eufemismo tan querido en la F1 que puede significar desde «necesito un respiro» hasta «me han cerrado todas las puertas». El mercado de pilotos para la Fórmula 1 2025 está más cerrado que la caja negra de un McLaren, y encontrar un asiento competitivo será todo un desafío.
El legado de Checo en Red Bull
Lo cierto es que la historia de Pérez en Red Bull es un reflejo perfecto de la brutal realidad de la F1 moderna: no basta con ser bueno, hay que ser excepcional. Y cuando tu compañero es Max Verstappen, «excepcional» puede quedarse corto.
¿Ha sido todo culpa de Red Bull? No necesariamente. El equipo austriaco tiene una filosofía clara: resultados o resultados. No hay término medio. Es un enfoque que les ha dado múltiples campeonatos, pero también ha dejado algunas carreras prometedoras en el camino.
El futuro incierto de un campeón
Sergio Pérez se va de Red Bull con un legado mixto: victorias memorables, podios importantes y la distinción de haber sido quien más tiempo ha aguantado como compañero de Verstappen en la era moderna. No es poco.
El futuro dirá si este «año sabático» es un punto y aparte o un punto final en su carrera en la Fórmula 1. Mientras tanto, Red Bull ya prepara su siguiente capítulo con Liam Lawson, y la gran rueda de la F1 sigue girando, imparable como siempre.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Ha sido justo el trato a Checo? ¿Volveremos a verle en la parrilla de la Fórmula 1 2025? Déjanos tu opinión en los comentarios.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.