
Los amantes del motor están de enhorabuena: la icónica división SRT regresa por la puerta grande de la mano de Tim Kuniskis, el renovado jefe de Ram y de todo Stellantis en Norteamérica.
Cuando Fiat Chrysler mutó en Stellantis en 2021, pocos apostaban porque la división SRT, ese semillero de bestias como el Dodge Viper, Hellcat o Demon, sobreviviera a la purga. De hecho, la división se disolvió oficialmente, y aunque los modelos SRT de la era anterior siguieron vendiéndose un tiempo, los planes para nuevos lanzamientos se habían congelado en seco. Pero, como buen rockero veterano que vuelve a subirse al escenario, SRT está a punto de resucitar, y la figura que lleva la batuta es ni más ni menos que Tim Kuniskis, ex jefe de Dodge y actual mandamás de Ram y Stellantis Norteamérica.
El regreso de Tim Kuniskis y la resurrección de SRT

La noticia cayó como un jarro de gasolina en un garaje lleno de muscle cars. Kuniskis, que ya tiene fama por ser el artífice del renacer de Ram, no solo asume el control de todas las operaciones de Stellantis en Norteamérica, sino que su primer movimiento ha sido reavivar el fuego de SRT.
En un vídeo oficial titulado “SRT Returns” (que ya corre como la pólvora en YouTube) Kuniskis nos lleva a un viaje por las entrañas de la sede norteamericana de Stellantis, recordándonos el origen de SRT como el equipo secreto (skunkworks) que diseñó el mítico Dodge Viper en 1989.
“Estamos reuniendo a la banda”, dijo Kuniskis, dejando claro que SRT no es solo un logo o una etiqueta de marketing, sino un compromiso para traer el máximo rendimiento y diversión a la carretera. El plan incluye formar un equipo de ingenieros top, especialistas en motor y dinámica de vehículos, para que SRT vuelva a tener el músculo y la técnica que siempre le ha caracterizado.
Un detalle curioso es que, a diferencia del cierre en 2021, donde se dijo que los ingenieros no se iban sino que se repartían en otros equipos, ahora parece que habrá una verdadera recomposición y reclutamiento para crear un equipo SRT digno de ese nombre, lo que añade expectación y ganas entre los gasolineros.
¿Qué podemos esperar de la nueva SRT?

Está claro que la primera víctima (digo, proyecto) será el nuevo Dodge Charger. No ha sido un estreno precisamente glorioso: la versión eléctrica del muscle car tuvo críticas tibias, y la gama ha sufrido recortes, como la desaparición del acabado R/T de acceso. Stellantis parece estar apostando fuerte por las variantes con motor de seis cilindros en línea Hurricane, tanto en coupe como en sedán.
Pero el regreso de Kuniskis también trajo otra sorpresa: la vuelta del motor Hemi V8 a los camiones Ram, un guiño claro a la potencia pura y dura. Esto alimenta los rumores de que ese V8 podría reaparecer pronto en el Charger, haciendo saltar chispas entre los amantes del rendimiento clásico.
Sin embargo, más allá de un simple músculo con cifras de cuatro dígitos en potencia, los aficionados esperan que SRT recupere su esencia. El Viper original no solo era bruto, sino que sus variantes ACR eran leyendas en circuito, estableciendo récords en Nürburgring gracias a su equilibrio entre potencia y manejo.
El Neon SRT-4, por su parte, fue hace veinte años un ejemplo de cómo hacer accesible la deportividad para más allá del drag strip. Esperemos que SRT recuerde esos valores y no se limite a fabricar bestias para arrasar semáforos, sino coches que brillen también en curva y precisión.
Más allá del Charger: ¿Qué debería cocinar SRT?
Este es el punto que más me interesa a mí y, seguro, a muchos gasolineros que leen Miana Motor. La división de alto rendimiento de Chrysler fue algo más que una fábrica de potentes muscle cars. A lo largo de su historia, SRT exploró vehículos con enfoque distinto, desde el radical Viper hasta el pequeño y rápido Neon SRT-4.
Nunca llegamos a ver un Dart SRT rápido, lo que fue una oportunidad perdida para ofrecer algo fresco y compacto con espíritu deportivo. ¿Por qué no un Hornet SRT? Un coche más ligero, ágil y divertido, perfecto para los que buscan algo más técnico y menos musculoso.
Kuniskis y su equipo tienen ahora la oportunidad de crear un catálogo variado que no solo impresione por potencia pura, sino que enamore por su dinámica, tecnología y carácter. La resurrección de SRT debería ser la vuelta a esos valores que nos hacían vibrar, sin olvidar la brutalidad, pero tampoco obsesionarse con las cifras en el papel.
Por último, me encantaría saber qué opináis vosotros, ¿qué coches os gustaría que la nueva SRT creara? ¿Un Viper de nueva generación? ¿Un muscle eléctrico pero con alma? Dejadlo en los comentarios y que la fiesta de la potencia y el buen hacer continúe.
En resumen, la vuelta de SRT bajo el mando de Tim Kuniskis es una noticia que abre muchas puertas para la alta potencia y la deportividad en Estados Unidos y, con suerte, para el mundo. El reto está en mantener el equilibrio entre músculo, técnica y pasión que hizo a SRT grande. Aquí en Miana Motor estaremos atentos para contaros cada novedad de esta historia que promete devolver la emoción a muchos gasolineros.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.