
Cuando pensábamos que el culebrón Honda-Nissan no podía dar más de sí, aparece un pretendiente inesperado desde Taiwán: Foxconn, el gigante que fabrica tu iPhone, ahora quiere fabricar tu Nissan.
El nuevo pretendiente
Foxconn, conocida formalmente como Hon Hai Precision Industry, está interesada en comprar la participación que le queda a Renault en Nissan. Sí, has leído bien: la empresa que ensambla millones de iPhones al año quiere meterse en el negocio de los coches. Y no solo eso, sino que tiene una dote interesante: una planta de producción en Lordstown, Ohio (antigua sede de GM), que está esperando inquilino tras la quiebra de varias startups de coches eléctricos.
La cruda realidad del «matrimonio»
Según fuentes de la industria que prefieren mantener el anonimato (esos cotilleos de pasillo que siempre son los más jugosos), «Nissan necesita a Honda mucho más que Honda necesita a Nissan». Esto nos recuerda sospechosamente a otra «fusión entre iguales» histórica: la de Daimler-Chrysler, donde se bromeaba que «Chrysler» era la parte silenciosa del nombre.
¿Qué gana cada uno?
Honda se llevaría:
- La plataforma body-on-frame de Nissan (traducción: podrían hacer pickups y SUVs con tracción trasera)
- Mayor presencia en mercados emergentes donde Nissan es fuerte
- Un compañero de piso para compartir gastos de electrificación
Nissan conseguiría:
- No hundirse más (que no es poco)
- Un socio con músculo financiero
- Ayuda para recuperar el norte perdido
El estado actual de Nissan (y no es bonito)
Según Sam Fiorani, vicepresidente de previsión global de vehículos de AutoForecast Solutions, Nissan está:
- Perdiendo cuota de mercado en China y Estados Unidos
- Sufriendo por el costoso fracaso de su estrategia de vehículos comerciales en EE.UU.
- Tropezando con el lanzamiento del Ariya japonés justo cuando los incentivos fiscales para EVs exigen producción norteamericana
La jugada maestra de Honda
Honda, que históricamente no ha sido muy amiga de las adquisiciones, parece estar jugando sus cartas con astucia. Está evaluando las sinergias antes de decidir cuán profunda debe ser la relación. Es como ese amigo precavido que quiere ver el piso antes de comprometerse a compartir alquiler.
Conclusión
Lo que empezó como un matrimonio de conveniencia entre dos marcas japonesas se está convirtiendo en un triángulo amoroso con un pretendiente tecnológico de Taiwán. Honda parece tener la sartén por el mango, mientras Nissan necesita urgentemente encontrar su camino, sea con quien sea.
Y mientras tanto, Renault está ahí, coqueteando con Geely y Saudi Aramco, como quien no quiere la cosa. Como dice nuestro experto Fiorani: «Con su participación reducida al 15%, Renault podría querer simplemente salir del todo».
La única pregunta que queda es: ¿Quién se quedará con Nissan al final de esta telenovela automotriz? Mantengan sus cinturones abrochados, que esto promete más giros que una temporada de Juego de Tronos.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.