Si crees que estás leyendo el guion de Destino Final, suelta el bol de palomitas porque esto ocurrió de verdad. Derek Gooderham, conductor de Uber y al mando de su Tesla Model 3, circulaba tranquilamente por la interestatal 83 en Harrisburg, Pensilvania. ¿El plan? Llevar a su pasajero sin incidentes. ¿La realidad? Un camión cargado de madera en la autopista elevada (I-81) decidió que hoy no era un día para la estabilidad.
Todo comenzó cuando el camión perdió el control y besó el guardarraíl. Lo que venía cargando no tardó en demostrar su efecto dominó, y en cuestión de segundos, una marea de tablones cayó en picado hacia la carretera de abajo. “En cuanto vimos que el camión se deslizaba y golpeaba la barrera, todo su cargamento se vino abajo como un castillo de naipes,” contó Gooderham a ABC27.
El tsunami de madera se tragó un coche que circulaba delante de la Tesla y lo mandó fuera de la carretera como si participara en una especie de curling automovilístico extremo. Todo quedó grabado por las cámaras integradas del Model 3, porque Tesla no solo te vende un coche eléctrico, sino también la posibilidad de rodar tu propia película de acción.
El milagro de Harrisburg
Contra todo pronóstico, el conductor del coche alcanzado por la avalancha salió de su vehículo. Sí, vivo y aparentemente entero. Gooderham, desde la seguridad de su Tesla intacta, lo describió así: “Le vi tambaleándose, pero levantó la mano como para decirnos que estaba bien.” Claro, “bien” dentro de lo que cabe tras ser embestido por una lluvia de tablones. Eso sí, su coche ahora es más útil para leña que para carretera.
En cuanto al Tesla de Gooderham, ni un rasguño. Aquí es donde la tecnología eléctrica saca pecho: la frenada automática hizo su trabajo. “Pisé el freno a fondo en cuanto vi el peligro, y ni siquiera recuerdo moverme hacia un lado,” explicó. Reflexionando después, admitió que el desenlace pudo ser mucho peor. “Si hubiera ido un par de kilómetros por hora más rápido, me podría haber llevado yo algún tablón… por dentro.”
Madera suelta, peligro asegurado
Que todo el mundo saliera ileso es poco menos que un milagro. Eso sí, ni Gooderham ni su pasajero estarán muy interesados en muebles de madera en un buen tiempo. Por nuestra parte, aprovechamos para recordar que esto de los camiones mal cargados no es cosa menor. Ya es hora de que alguien en la DGT americana —o donde toque— se lo tome en serio.
Y una última cosa: si tu coche no tiene un sistema de frenazo capaz de salvarte de un maderazo, quizá sea buen momento para echar un vistazo a los eléctricos. Aquí seguimos, en Miana Motor, hablando de coches, de aventuras sobre ruedas, y de cómo evitar terminar como extra involuntario en una peli de terror.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.