
TRIS, el nuevo bicho raro de FIAT Professional, aterriza en África y Oriente Medio para revolucionar la entrega de última milla con tres ruedas, cero emisiones y un aire muy, pero que muy italiano. ¿Micromovilidad? No, amigos. Esto es microépica sobre ruedas.
El Tris: el nieto eléctrico del Ape
Sí, gasolineros, lo que estáis viendo es el renacer del espíritu del isocarro, aquel simpático triciclo con el que media Europa transportó de todo: desde lechugas hasta suegras.
Ahora vuelve en clave moderna y eléctrica, con nombre de juego de mesa (TRIS, como el tres en raya en italiano), un frontal con cara de robot cabreado y la clara intención de comerse el mercado de reparto B2B en entornos urbanos estrechos y polvorientos.
Fabricado en Marruecos, diseñado en Italia, y pensado para calles donde un Fiat 500 parece un SUV, el TRIS apunta a ser el nuevo burro de carga del siglo XXI. Solo que este no come ni ensucia. Bueno, solo ensucia si le pones vinilos feos.
90 km de autonomía, 3 ruedas y muchas ganas

Lo primero: no esperes un misil tierra-tierra. El TRIS va limitado a 45 km/h y lleva un motor de 9 kW (que no da ni para un kart en el Jarama), pero tampoco es su guerra. Aquí hablamos de eficiencia, costes bajos y cero dramas.
Lleva una batería de 6,9 kWh (como la del Fiat Topolino) y recarga de 0 al 80% en 3,5 horas desde un enchufe de casa.
Es decir, mientras tú cenas, él se pone las pilas. Literal.
¿Y qué puede llevar?
Sorpresa: hasta 540 kg de carga útil homologada. Y eso, en un cacharro de 3,17 metros de largo que gira más cerrado que un chiste de cuñados (radio de giro de 3,05 metros).
Cabe un europalet, lleva versiones tipo pick-up, plataforma o chasis-cabina, y puedes cargar desde fruta hasta paquetes de Amazon pasando por el DJ de la verbena del pueblo.
Todo homologado con luces LED, cinturones de tres puntos, avisador de marcha atrás y hasta lavaparabrisas. Porque aunque sea el primo pobre del e-Ducato, viene con dignidad.
¿Para qué sirve el TRIS?
Sirve para repartir sin contaminar, para que los autónomos no se dejen medio sueldo en gasoil, y para que los pequeños negocios de medio mundo se suban al carro (bueno, al triciclo) de la movilidad eléctrica sin hipotecarse.
¿Café ambulante?
¿Reparto en el zoco?
¿Comida rápida en barrios donde no cabe ni una bici?
El TRIS no es glamuroso, pero es útil, como una navaja suiza con ruedas.
Estética: Cyberpunk de pueblo
Aquí FIAT ha metido mano con su Centro Stile, y el resultado es… peculiar. Una especie de cruce entre un Wall-E motorizado y un Panda de los 80 que se ha pasado al veganismo.
Los LEDs frontales van en disposición triangular (obviamente, porque “TRIS”) y el diseño es tan simpático como utilitario. Vamos, que no te lo comprarías para ligar, pero sí para currar como un campeón.
¿Lo veremos en Europa?

Pues según Olivier François, CEO de FIAT y gurú del marketing en Stellantis, sí. Europa está en la mira, porque lo que funciona en El Cairo o Casablanca puede funcionar en Madrid, Berlín o en el centro de cualquier ciudad peatonalizada hasta el absurdo.
Es más, François dice que esto va de «transformación social«, de dar herramientas a los que curran de verdad, a los pequeños negocios, los repartidores y los emprendedores de a pie.
Y lo cierto es que, si le quitas la ñoñería corporativa, tiene sentido.
En resumen:
- Nombre: TRIS
- Ruedas: 3
- Velocidad máxima: 45 km/h (lo justo para huir de un perro, no de Hacienda)
- Autonomía: 90 km
- Carga útil: 540 kg
- Diseño: Italia meets Mad Max
- Fabricado en: Marruecos
- Uso: Microtransporte, reparto urbano, salvavidas autónomo
- Estilo de conducción: Sin marchas, sin embrague, sin líos
- Versión pick-up: Ideal para sandías o altavoces
- Precio: Aún no se sabe, pero va por el carril bici de los baratos
¿Y esto va en serio?
Muchísimo. Aunque tenga cara de juguete, el TRIS no viene a hacer amigos: viene a trabajar, a ahorrar, y a cambiar cómo se entiende el transporte urbano en sitios donde las furgonetas ya no entran… o no deberían.
¿Le falta velocidad? Sí.
¿Es bonito? Depende de cuántos cafés lleves.
¿Es una revolución sobre tres ruedas? Pues… un poco sí.
Así que atentos, gasolineros: no todo lo que lleva ruedas tiene que sonar a V8 para ser interesante. A veces, el futuro llega en silencio… y con espacio para un europalet.
¿Y tú qué opinas? ¿Te subirías a este isocarro 2.0?
¿O sigues esperando a que alguien haga un eléctrico con alma de 124 Sport?
Déjalo en los comentarios, que esto va para largo.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.