En Miana Motor llevamos años siguiendo la evolución del mítico Nissan Skyline GT-R, y lo que os traemos hoy nos ha dejado literalmente boquiabiertos. ¡Agarraos que vienen curvas!
De la pantalla al asfalto: Nace una leyenda
La historia de Built by Legends (BBL) es tan curiosa como fascinante. Todo empezó con dos japoneses, Masaharu Kuji y Katsu Takahashi, que en los 80 se dedicaban a algo que hoy nos parece prehistórico: vender revistas de coches en VHS. Sus programas, Best Motoring y Hot Version, eran la biblia del motor en Japón. Vamos, el YouTube de la época pero en cintas que se vendían en librerías japonesas.
Cuando llegaron los 2000, estos visionarios trajeron sus vídeos a occidente con comentarios en inglés, y fueron los responsables de que medio mundo se enamorara del drifting. Tanto éxito tuvieron que hasta los pirateaban en internet. Como diríamos en España, el éxito les perseguía, aunque no quisieran.
En 2019, estos dos cracks decidieron dar el salto y crear BBL. Su misión: coger el Nissan Skyline GT-R, el Santo Grial de los JDM, y ponerlo a punto como Dios manda. Desde entonces han completado cinco unidades, todas para clientes estadounidenses, empezando por un ejemplar que aterrizó en Texas, probablemente para demostrar que todo es más grande en el estado de la estrella solitaria.
La bestia nipona renace
El bloque original de 2.8 litros del Nissan Skyline GT-R, que ya de por sí era una joya con sus 280 CV (que todos sabemos que eran más, pero eso es otra historia), ahora recibe un tratamiento que lo catapulta hasta los 650 CV. Vamos, que tiene más potencia que la orina de un ciclista. BBL se ha asociado con Mine’s, los magos de Kanagawa, para crear esta bestia biturbo que hace que el NISMO original parezca un Cinquecento.
Y no es para menos: cada Nissan Skyline GT-R que pasa por sus manos recibe un tratamiento más completo que un spa de lujo. Motor MB7 de Mine’s con bloque 24U N1, caja Getrag de 6 velocidades reforzada, sistema ECU VX-ROM, conductos de admisión de carbono… Los frenos son AP Racing con 6 pistones delante y 4 detrás, la suspensión es Öhlins, y el interior… bueno, el interior es otra historia. Adiós a los plásticos noventeros, hola al lujo artesanal.
Y no creáis que esto se hace en dos tardes: cada obra maestra requiere un año entero de trabajo artesanal. Lo curioso es que BBL ni siquiera se ha molestado en hacer pruebas oficiales de rendimiento. ¿Para qué? Como dicen en mi pueblo, las cosas buenas se notan al natural. Aunque para que os hagáis una idea, el Nissan Skyline R34 original ya hacía el 0 a 100 en 4,6 segundos, así que imaginad este con más del doble de potencia…
En el SEMA Show de Las Vegas de este noviembre, BBL la ha liado parda con un R34 GT-R en Bayside Blue que ha dejado a todo el mundo con la boca abierta. Un “luchador callejero”, lo llaman ellos. Nosotros lo llamamos obra de arte sobre ruedas. Y aquí viene lo bueno: BBL se ha inspirado en los maestros de Singer Vehicle Design, esos artistas que convierten Porsche 911 en obras de arte rodantes. De hecho, los de BBL visitaron sus instalaciones y, como buenos japoneses, tomaron nota de todo.
El precio de la excelencia
A ver, vamos a ser sinceros: esto no es precisamente la ganga del siglo. ¿Es caro? Cuesta un cojón y parte del otro. Entre 350.000 y 450.000 dólares por la transformación (sin contar el coche donante). Y encontrar un Nissan Skyline GT-R en buen estado ya es más difícil que un político honrado, gracias en parte al efecto Fast & Furious y los videojuegos. Un GT-R bien restaurado ya supera los 300.000 pavos, y la cosa va a más.
Para que todo funcione como un reloj japonés, BBL se ha asociado con Toprank International Vehicle Importers en California. Estos son los que se encargan de todo el papeleo para que estos cohetes con ruedas puedan circular legalmente por las carreteras americanas. Y no solo eso: tienen varios Nissan Skyline GT-R en stock, desde 63.995 hasta 195.000 dólares por un V-Spec del 99 que quita el hipo.
Más allá del Skyline
Y ojo al dato, que BBL no se duerme en los laureles. Ya están metiendo mano a los Honda Civic (un EG6 y un EK9 Type R que prometen dar más guerra que tu sobrino atiborrado de azúcar), y sus restauraciones de Skyline GT-R con Garage Yoshida son para enmarcar.
El trabajo con Garage Yoshida va más allá de una simple colaboración. Estos artesanos son los encargados de que cada chasis esté más recto que un guardia civil en una boda. Se ocupan de la alineación del bastidor al milímetro, porque cuando hablamos de estas bestias, hasta el más mínimo detalle cuenta.
Después de años escribiendo sobre deportivos y habiendo suspirado por todas las versiones del Nissan Skyline GT-R, podemos decir que lo que hace BBL es la leche en verso. Han cogido un coche que ya era legendario y lo han afinado como un Stradivarius, pero sin perder ese carácter único que hace del Nissan Skyline GT-R uno de los mejores deportivos de la historia.
Y si os preguntáis si mantienen el volante a la derecha, pues sí, estos japoneses son más tradicionales que una tortilla de patatas sin cebolla. Nada de conversiones a volante izquierdo aquí. En Miana Motor hemos visto muchos restomods, pero este está a otro nivel. BBL ha conseguido lo que parecía imposible: mejorar la perfección.
¿Queréis más contenido sobre el Nissan Skyline GT-R y otros iconos JDM? ¡No os perdáis nuestras próximas publicaciones en Miana Motor!
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.