Si estás a punto de ser papá, o simplemente quieres un coche más grande que una berlina para que no te duela la espalda al meter la compra, seguramente estarás mirándote un SUV de tamaño medio o incluso grande, y ahí es donde aparece el Tucson. No nos engañemos: este Hyundai llama la atención por razones que van más allá de su precio o su aspecto elegante.
Los Tucson son un acierto seguro dentro del mundo de los SUV de segunda mano porque la marca se ha partido el lomo para construir una reputación de coche práctico y resistente, lo cual le da un valor añadido que otros que solo venden pantallitas no tienen.
¿Qué versión del Hyundai Tucson se adapta mejor a tu presupuesto?

Tienes que escoger el modelo que encaje con tu bolsillo y con el uso que le vas a dar y no dejarte liar por el comercial de turno. Lo mejor es echarle un vistazo a la variedad que hay ahí fuera, porque la selección de Hyundai Tucson de segunda mano tiene de todo, desde unidades mimadas hasta coches que han sufrido más que un castiller en fiestas.
Para que nos entendamos: puedes toparte con una generación antigua, una reciente o la última, y todas ellas con distinto kilometraje, así que si tienes dudas sobre la oferta real y no quieres que te vendan la moto, puedes consultarlo en clicars.com y comparar sin presiones, casi como cuando observas todas las vitrinas en una pastelería antes de decidirte por el dulce que mejor pinta tiene.
Si vas con el presupuesto apretado, entonces el tuyo es uno de los modelos económicos (Generación 2005-2015) porque suelen ser los más asequibles aunque a veces hayan recorrido más kilómetros que un balón de fútbol y su equipamiento sea el justo para no ir en taparrabos. Pero oye, a cambio tienes un tanque.
Luego tienes el punto dulce: el equilibrio entre modernidad y precio de la generación 2016-2020. No es raro ver que quienes buscan algo actual, pero sin quedarse a dos velas, prefieran estas versiones intermedias, y es que aquí el Tucson ya tiene otra planta, una tecnología que no parece de la prehistoria y hasta motores híbridos para los más modernos. Es la mejor en relación calidad-precio del rango y el coche que yo le recomendaría a mi primo si me pregunta por un SUV firme que no parezca un trasto viejo pero que no cueste un riñón.
Ya si te sobra el dinero o puedes estirar un poco más el presupuesto e irte directamente a por la tecnología y eficiencia de la generación actual, que destaca por un equipamiento que parece una nave espacial, unos asistentes que casi conducen por ti y unos motores tan eficientes que parece que funcionen con aire. Sí, es más caro, pero a cambio te vas a llevar lo último en sistemas de seguridad activa y pasiva para los tuyos y unas cuantas chuches tecnológicas. Es como estrenar móvil tope de gama cada pocos años: pagas la novedad y la tranquilidad de tener lo último bajo el capó.
¿Qué motor elegir en un Tucson de segunda mano?

Nadie quiere arrepentirse de haber comprar un cepo que no anda ni cuesta abajo o un bloque que gaste como un transatlántico, pero al final la elección dependerá de tu rutina, porque no es lo mismo circular por ciudad, carretera o pisarle como si te persiguiese Hacienda. Los motores de gasolina son casi infalibles para ir a por el pan y llevar a los niños al cole, sobre todo los 1.6 GDI, porque son sencillos, atmosféricos en muchos casos y no te dan la tabarra en el taller con averías complejas de esas que te dejan la cartera temblando.
Si eres de los que se hacen mil kilómetros en un puente, presta atención a los diésel CRDi, que es la opción clásica para el que no quiere parar en cada gasolinera. Con el tiempo, los híbridos y microhíbridos han llegado para quedarse y son la opción preferida de los que viven en grandes ciudades. Estas versiones son para los que quieren ahorrar de verdad en el día a día y, de paso, conseguir la dichosa etiqueta ECO que hoy día es como tener un pase VIP.
Hyundai ha hecho los deberes mecánicamente. Sus motores son robustos, pero como en todo, hay que saber qué se compra, que no es lo mismo un bloque veterano que se arregla con una llave fija que una de las nuevas unidades híbridas donde la electrónica manda sobre la mecánica.
Al final, la clave es no comprar por encima de tus posibilidades mecánicas. Un SUV grande con un motor pequeño solo sirve para frustrarse en cada adelantamiento, así que lo mejor es que busques siempre un equilibrio de potencia que te permita viajar con calma, sabiendo que si le pisas, el coche va a responder. El Tucson tiene variantes para aburrir, así que no te conformes con lo primero que veas si no estás convencido de que ese bloque motor va a aguantar tu ritmo de vida sin quejarse.
Puntos clave a revisar antes de comprar tu Tucson

No te fíes de una cara bonita, que un buen detallado hace milagros pero no arregla un cigüeñal. Antes de soltar la pasta, hay que revisar el mantenimiento y los informes de taller para no llevarte disgustos, y si no sabes distinguir un carburador de una cafetera, llévate a un amigo que sepa de mecánica; dos pares de ojos ven mejor las chapuzas que el vendedor intenta tapar con una limpieza de motor sospechosa.
Primero, consulta el historial del vehículo de arriba a abajo. No basta solo con preguntarle al vendedor. Pide siempre documentos como el libro de mantenimiento actualizado o los informes en talleres oficiales. Si el coche ha pasado por tres manos en dos años, desconfía. Un historial transparente es el mejor indicador de que el coche no ha sido un dolor de cabeza para sus anteriores dueños y de que las revisiones se han hecho cuando tocaba, no cuando el coche ya no arrancaba.
Segundo, realiza una inspección mecánica sin miedo a ensuciarte. Que no se te pase probar la transmisión, el motor o los sistemas eléctricos. Mira si hay rezumes de aceite, si los manguitos están resecos o si los neumáticos tienen un desgaste raro. Lo pequeño a veces causa verdaderos quebraderos de cabeza y reparaciones que no bajan de las tres cifras. Comprueba que el embrague no patine y que el cambio entre marchas sea limpio, sin rascadas ni resistencias extrañas.
Hacer una prueba de conducción es sagrado. Fíjate en ruidos al frenar, en la respuesta al acelerar o en maniobras a baja velocidad. Escucha si hay grillos en el salpicadero, si el coche vibra más que un móvil en silencio o si se va hacia un lado al soltar el volante. Tampoco subestimes lo importante que es el aire acondicionado en los meses calurosos. Ponlo a tope y asegúrate de que enfría de verdad, porque un compresor roto es un regalo envenenado que no querrás pagar tú.
Preguntas frecuentes durante la inspección

¿Cómo puedo verificar el kilometraje?
A la hora de comprobar esto, lo sensato es comparar el libro de revisiones con las ITV pasadas. Si los números no cuadran o ves tachones, huye. En los registros oficiales de la DGT suele estar la verdad por unos pocos euros que te pueden ahorrar miles.
¿Qué debo notar en la prueba de conducción?
Confía en tus sentidos: los ruidos raros o vibraciones extrañas suelen indicar más de lo que parece. Un Tucson en buen estado transmite confianza desde el primer momento al volante y tiene una dirección firme y una suspensión que absorbe sin sonar a cama vieja.
¿Por qué es una buena compra un Tucson usado?

El Hyundai Tucson usado tiene esa combinación mágica entre buena calidad, espacio para aburrir y un rendimiento que rara vez defrauda si se ha cuidado mínimamente. Es un acierto para quienes quieren espacio, comodidad y economía en un solo vehículo, como tener todo lo necesario para un viaje largo en una sola mochila bien equipada. Es un coche que aguanta el trote diario sin rechistar y que no te hace sentir que vas en un vehículo de segunda categoría.
Su relación calidad-precio es imbatible y te da mucho más de lo que imaginas por lo que pagas, ya que el equipamiento es notable en la mayoría de versiones. Además, el espacio y habitabilidad son de lo mejor del segmento.
En cuanto a la técnica, los bloques de Hyundai son muy eficientes y las versiones híbridas reducen el consumo muchísimo. La marca cuida los detalles técnicos y ha evolucionado muy rápido, por lo que incluso los modelos de hace unos años sorprenden por su nivel tecnológico y su fiabilidad a prueba de bombas.
La verdad es que escoger un Hyundai Tucson usado puede ser una de esas decisiones con las que te sientes satisfecho durante años. Con paciencia, sentido común y la ayuda correcta, todo apunta a que terminarás conduciendo uno de los SUV más completos y duraderos para el día a día.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.