
El autor de un hilo reciente en X plantea una duda importante sobre los vehículos eléctricos: ¿son realmente la solución que nos prometen o solo una moda pasajera? Contando con seis años de experiencia dentro de una OEM y siendo ahora gerente de una empresa que ya utiliza vehículos eléctricos, este autor tiene motivos más que suficientes para dudar.
¿Cuándo sí tiene sentido un coche eléctrico?
El autor del hilo señala dos situaciones en las que un coche eléctrico puede tener sentido:
- Propietarios con garaje propio: Aquellos que viven en una casa con garaje y pueden cargar su coche por la noche, para trayectos cortos, como ir al trabajo, hacer la compra o llevar a los niños al colegio. No se trata de viajes largos, sino de movilidad urbana diaria.
- Baterías intercambiables: También menciona el modelo BaaS (Battery as a Service), como el que propone Silence, que ofrece vehículos con baterías intercambiables. Este modelo tiene sentido para las personas que solo necesitan realizar desplazamientos urbanos, ya que los coches son pequeños y las baterías de corta duración.
El gran problema: los viajes largos

El verdadero desafío, según este autor, es el uso del coche eléctrico para viajes largos. Nos cuenta su experiencia con tres cargadores instalados en su empresa para cargar furgonetas eléctricas. El problema, sin embargo, es que esos cargadores no están siempre disponibles. Esto hace que los vehículos eléctricos no sean viables para rutas largas, donde la autonomía y la falta de infraestructura de carga son factores limitantes.
En su empresa, la potencia de carga de los cargadores varía entre 7kW y 22kW, lo que significa que, para poder cargar las furgonetas en tiempo útil, tuvieron que ajustar toda la instalación eléctrica para poder suministrar más de 90kW. De no haberlo hecho, las furgonetas habrían tardado entre 4 y 5 horas en cargarse a una velocidad más baja. En el caso de cargadores más lentos, con una capacidad de 3,5kW, cargar un vehículo puede llevar hasta 8 horas.
En cuanto a los garajes comunitarios, este autor pone en duda la viabilidad de instalar cargadores en comunidades de vecinos. Según él, si cada vecino necesita un cargador mínimo de 3,5kW, las obras necesarias para instalar esos cargadores serían prohibitivas para muchas fincas. Además, hay que tener en cuenta el impacto en la red eléctrica y si realmente esta podría soportar el aumento de demanda de potencia en todos los edificios y barrios.
Los puntos de carga: una experiencia frustrante
La experiencia en puntos de carga públicos no es mucho mejor. Según el autor, el tiempo de espera para cargar el coche puede ser frustrante, ya que en muchos casos hay que esperar hasta 45 minutos para poder repostar, e incluso puede haber retrasos adicionales si los cargadores están ocupados o presentan fallos técnicos.
Aún más frustrante es la situación en carreteras secundarias o autopistas, donde los puntos de carga son escasos. Como nos explica el autor, el tiempo de espera en estos casos puede ser de hasta 2 horas si ya hay varios vehículos esperando a cargar. Y todo esto sucede después de haberse gastado más de 30.000€ en un coche eléctrico, lo que genera una sensación de retroceso, especialmente si comparamos con la rapidez con la que se recarga un coche de combustión en una gasolinera.
Infraestructura de carga: ¿una quimera?

El autor también expone su punto de vista sobre la falta de infraestructura. Aunque es evidente que se necesitan supercargadores similares a las gasolineras, él cree que es imposible que esto suceda con financiación pública. Nadie se atrevería a hacer una inversión masiva sin tener garantías de que la tecnología eléctrica será adoptada de forma masiva.
Ante esta situación, el autor ve la opción de tener un coche de combustión para viajes largos o alquilar uno, como algo más sensato, ya que sería un sinsentido tener que mantener dos vehículos para cubrir las necesidades de transporte de una misma familia. Esto, además, podría ser inalcanzable para muchas familias humildes que no podrían permitirse ambos coches.
El futuro del coche eléctrico: un mercado dominado por los chinos
El autor también se muestra escéptico respecto al futuro del mercado europeo de coches eléctricos, dado que los fabricantes chinos están mucho más avanzados en cuanto a la optimización de costes y producción. Aunque el autor menciona que marcas como Tesla han conseguido un mercado sólido gracias a su tecnología innovadora, la competencia de los fabricantes asiáticos está acelerando la caída de los precios y dificultando la supervivencia de las marcas europeas.
Según este autor, las ventas de coches eléctricos en Europa están siendo artificialmente impulsadas por las subvenciones gubernamentales, y cuando estas ayudas desaparezcan, la demanda probablemente se desplomará. A partir de ahí, las ventas estarán dominadas por los coches chinos y Tesla, con precios mucho más competitivos.
La situación de los fabricantes europeos: una crisis inminente

Para los fabricantes de coches europeos, la situación es cada vez más difícil. El autor revela que, desde la introducción de los coches eléctricos, la producción del coche estrella de su empresa ha disminuido a la mitad en solo 3 o 4 años. Los calendarios de ERTEs cada vez son más frecuentes, y la desconfianza en la tecnología eléctrica crece cada día más dentro de las altas esferas del sector.
Aunque muchos no lo digan abiertamente, lo que está claro es que el futuro del coche eléctrico está rodeado de incertidumbre, y las voces de freno y marcha atrás comienzan a alzarse. La situación parece empeorar cada día, mientras que los fabricantes se enfrentan a despidos y cierres de fábricas debido a la falta de demanda real.
¿Solución o ruina?
El autor del hilo concluye que la tecnología híbrida y la pila de hidrógeno podrían ser opciones viables, y que lo ideal sería que el mercado eligiera libremente la tecnología que mejor se adapte a sus necesidades. Por su parte, no ve con buenos ojos que se nos imponga una tecnología que mucha gente no podrá asumir, y que estamos subvencionando nuestra propia ruina.
Aunque no puede asegurar que esté en lo cierto, el autor de este hilo de X ve el futuro de los coches eléctricos como muy incierto y, por lo tanto, considera que la industria debería repensar la dirección en la que va.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.