
Sara Andrés, atleta paralímpica española y una de las deportistas más inspiradoras que tenemos, está hasta el moño, y con razón. Resulta que nuestra campeona, que entrena en Majadahonda para seguir cosechando medallas para España, se encuentra día sí y día también con esos personajes que todos conocemos, los que aparcan en las plazas reservadas para personas con movilidad reducida con la excusa del «solo un minuto».
Todos tenemos ese conocido, ese vecino o ese familiar que lo hace: si no tiene una tarjeta de aparcamiento para personas con discapacidad, esas plazas NO son para él. Ni un minuto, ni medio, ni aunque vaya a recoger al mismísimo Fernando Alonso, y si encima cuando le pillan, responde insultando… es que se merece la medalla de oro en «Tocacojones del barrio».
La cosa ha llegado a tal punto que Sara Andrés, que recordemos que tiene DOS medallas de bronce en Mundiales y una de plata en Europeos, se está planteando dejar de entrenar en Majadahonda. Sí, lo habéis leído bien: una deportista de élite considerando cambiar su lugar de entrenamiento porque hay gente que no puede caminar 50 metros más.
Y lo mejor es que esto pasa en una zona donde, según Sara Andrés, «presupones que la gente tiene un nivel sociocultural y económico alto». Ya sabéis, esa gente que presume de educación pero que parece que se saltó las clases de civismo básico. Pero vamos, tampoco es noticia de última hora el que hay quienes confunden clase y dinero.
¿Cómo explicarlo para que hasta el cuñado del parking lo entienda?
Ya que estamos, vamos a repasar algunas cosillas que esa gente parece no tener clara:
- Quién puede usar estas plazas para discapacitados y cómo debe hacerlo:
- Las personas con tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida
- La tarjeta debe estar visible en el parabrisas
- La tarjeta es personal e intransferible (no, tampoco vale usar la de la abuela cuando no va en el coche)
- Las multas que se pueden llevar por aparcar en plazas para discapacitados:
- La sanción básica es de 200€
- Si impiden el acceso o salida de una persona con movilidad reducida: hasta 1.000€
- En algunas comunidades autónomas puede llegar a los 3.000€
- Y sí, también les pueden retirar puntos del carné
- Por qué estas plazas para discapacitados son diferentes:
- Son más anchas (3,60m frente a los 2,20m habituales)
- Tienen más espacio lateral para sillas de ruedas
- Están ubicadas cerca de las entradas/salidas
- Tienen rampa de acceso a la acera
«Es que solo voy a estar un minuto»
Todos conocemos esta excusa, la favorita de los que siempre tienen prisa. Pero ese «solo un minuto», que para colmo se alarga bastante, puede significar que alguien que realmente necesita la plaza tenga que:
- Dar vueltas buscando otro sitio
- Llegar tarde a una cita médica
- Perderse parte de un entrenamiento (como le pasa a Sara)
- O simplemente tener que lidiar con la falta de civismo ajena
Las consecuencias van más allá de la multa
Lo que esta gente no entiende es que ocupar indebidamente estas plazas no es solo una infracción, es un acto de discriminación. Están dificultando la vida a personas que ya tienen suficientes obstáculos diarios. Y si encima, cuando se lo hacen notar, responden con insultos (como le pasó a Sara Andrés), están demostrando que su verdadero problema está en la educación.
¿Qué dice la ley exactamente sobre las plazas para discapacitados?
La normativa sobre estas plazas está regulada por:
- El Real Decreto 1056/2014, que establece las condiciones básicas de emisión y uso de la tarjeta de estacionamiento
- Cada ayuntamiento tiene además sus propias ordenanzas
- La ratio mínima es de 1 plaza reservada por cada 40 plazas normales
- En los centros sanitarios, educativos o deportivos debe haber un mínimo de 1 plaza reservada
Consejos para cuando veáis a uno de estos especímenes
- Si veis a alguien aparcando indebidamente en las plazas para discapacitados, podéis:
- Recordarles amablemente que esa plaza no es para ellos, porque siempre hay que partir de que se pueden haber equivocado
- Avisar a la policía local
- Hacer foto de la matrícula
- Si alguien os dice que «solo va a estar un minuto», recordadle que hay alternativas:
- Las zonas de carga y descarga
- Los parkings cercanos
- Dar una vuelta más
La moraleja que algunos necesitan aprender
Como dice Sara Andrés: «Aparca en la Cochinchina, tú que tienes piernas, y andas». Porque si el mayor problema de alguien es tener que caminar un poco más desde el aparcamiento, debería dar gracias por poder hacerlo. A este paso, podrán manifestarse junto a los propietarios de vehículos clásicos para poder aparcar.
Y si conocéis a alguien que sigue pensando que aparcar en una de las plazas para discapacitados «solo un minuto» no es para tanto, recordadle que su falta de empatía no es una discapacidad, y por tanto, no hay plaza reservada ni prótesis que valga.
Jose Manuel Miana es un culo inquieto amante del motor. Su filosofía es que nada es perfecto. Cuando no habla de coches, está aprendiendo sobre negocios y marketing.